11 de septiembre de 2009

Organizaciones campesinas

A principios de la década del 70, en la provincia de Corrientes, se lleva a cabo una experiencia de organización colectiva de campesinos tabacaleros: Las Ligas Agrarias Correntinas (LAC). Durante este periodo los campesinos atravesaban una situación de extrema vulnerabilidad potenciada por la estructura económica y social, especialmente ligada a la forma de tenencia de la tierra, y por la reconfiguración de las economías regionales.
La vida del pequeño productor se vio perjudicada a partir de las consignas que levantaron las LAC en sus diversas declaraciones y manifestaciones:
• Tierras: la distribución de la misma era una de las principales causas de la frágil situación de los pequeños productores tabacaleros. La estructura agraria estaba compuesta por una minoría de grandes hacendados y por pequeños productores, en un 70% aparceros (que entregaban desde el 25 hasta el 50% de su producción como forma de pago por ocupación de las tierras y las escasas herramientas prestadas) y el resto propietarios de pequeñas parcelas.
• “Aumentos en el precio del tabaco y que sean fijados por el productor. Pago en tiempo y forma”.
• “Créditos accesibles para los campesinos y a bajo interés, maquinarias, escuelas y caminos”. Por un lado, los campesinos no tenían llegada a créditos que les permitieran incorporar maquinaria y/o acceder a la propiedad de la tierra. En el ámbito de la educación la tasa de analfabetismo era elevada y muchos niños no concurrían de manera regular a la escuela rural porque debían ayudar a sus familias con la producción. Y con respecto a la salud, los centros se encontraban alejados de la comunidad y se presentaba una creciente mortalidad infantil como consecuencia de la falta de políticas de prevención.
El estado recaudaba grandes sumas de dinero a través del impuesto aplicado al precio del tabaco que representaba el 70% de su valor de venta. Sin embargo dicho dinero no era invertido en los productores tabacaleros. A pesar de la existencia de una entidad corporativa, la asociación de plantadores de tabaco (APT) no proponía soluciones reales para los pequeños productores debido a que agrupaba mayoritariamente a propietarios, algunos de los cuales inclusive tenían aparceros dentro de sus propiedades.

1 comentario:

  1. Hola: encontré en este post el contexto que para mí faltaba en la entrada siguiente. Tal vez tendrían que haber distribuido diferente la información de las dos entradas, porque en parte se superponen, o tal vez cambiando los títulos de los post ayuden a que el lector se pueda ubicar mejor.
    Saludos
    Patricia

    ResponderEliminar